Control de humedades y filtraciones tras ITE desfavorable

La Inspección Técnica de Edificios (ITE) es un proceso obligatorio en muchas ciudades españolas para garantizar la seguridad y habitabilidad de los bloques y viviendas. Cuando una ITE arroja un resultado desfavorable, uno de los problemas más habituales detectados son las humedades y filtraciones. Estos defectos no solo afectan a la apariencia estética de la fachada o del interior de las viviendas, sino que pueden comprometer la estructura, generar riesgos para la salud y encarecer reparaciones futuras.

En este artículo, abordaremos las causas más frecuentes de humedades tras una ITE desfavorable, las soluciones más eficaces y cómo planificar un mantenimiento preventivo que deje atrás definitivamente estos inconvenientes.

Causas de humedades y filtraciones tras ITE desfavorable

Entender el origen de los problemas hídricos en un edificio es el primer paso para tratarlos de forma efectiva. A continuación, desglosamos las fuentes más comunes:

Humedades de capilaridad

Cuando el agua del subsuelo asciende por los muros a través de los poros del material de construcción, hablamos de humedades de capilaridad. Se manifiestan en los zócalos con manchas amarillentas, salpicaduras de pintura o desprendimiento de enlucidos.

Humedades por condensación

Aparecen en el interior de las viviendas, normalmente en esquinas, detrás de muebles o en ventanas. Provienen de la diferencia de temperatura y de una ventilación insuficiente. Un síntoma habitual es la formación de moho negro o verdoso en paramentos fríos.

Filtraciones en fachadas y cubiertas

Grietas en la fachada, juntas mal selladas o tejas desplazadas en la cubierta permiten que la lluvia penetre hasta el interior, empapando el forjado, las paredes y acabados.

Averías en bajantes y canalones

Una bajante obstruida o canalones inclinados incorrectamente acumulan agua, que termina rebosando por zonas no previstas y filtrándose en muros y techos.

Soluciones eficaces para cada tipo de humedad

Corregir el origen del problema es clave. A continuación, describimos algunas intervenciones:

Tratamientos contra la capilaridad

  • Inyección de geles hidrófugos: Se taladran orificios en la base del muro y se inyecta un producto químico que crea una barrera impermeable.
  • Aplicación de morteros impermeables: En muros muy degradados, se retira parte del revoque y se coloca un mortero especial que repela el agua.

Ejemplo práctico: En una comunidad de vecinos en Valencia, tras detectar elevadas humedades en planta baja, se optó por inyecciones de silicona hidrófuga. El resultado fue una reducción del 90% de la humedad capilar en menos de un mes.

Prevención de la condensación

  • Mejorar la ventilación: Instalación de rejillas de ventilación en carpinterías y extracción mecánica puntual en baños y cocinas.
  • Aislamiento térmico interior o exterior: Un SATE (Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior) en fachada reduce puentes térmicos y, por tanto, la aparición de humedad por condensación.

Impermeabilización de fachadas y cubiertas

  • Revisión y sellado de juntas: Selladores de poliuretano o silicona en juntas de dilatación y unión entre paños de fachada.
  • Revestimientos monocapa o láminas asfálticas: En cubiertas planas, una membrana autoprotegida o un líquido impermeabilizante aplicado en varias capas ofrece una protección duradera frente a la lluvia.
  • Pintura hidrófuga en fachadas: Aunque es más superficial, retrasa la aparición de fisuras y mejora la repelencia al agua.

Reparación de bajantes y canalones

  • Limpieza y desobstrucción periódica: Mantenerlos libres de hojas y sedimentos garantiza el correcto flujo de agua.
  • Sustitución de tramos dañados: En canalones metálicos muy corroídos o bajantes plásticas deterioradas, es recomendable cambiar la pieza completa para garantizar la estanqueidad.

Plan de actuación y mantenimiento

Abordar las humedades tras una ITE desfavorable exige no solo ejecutar las obras necesarias, sino establecer un plan a medio y largo plazo.

Diagnóstico profesional

Contrata un técnico especializado (arquitecto o aparejador) que realice un estudio termográfico y un control de humedad con higrómetros y cámaras termográficas. De este modo, se localiza con precisión la fuente del problema.

Elaboración del presupuesto y fase de obras

  1. Desglose de partidas: Mano de obra, materiales, licencias y tasas municipales.
  2. Cronograma: Define plazos realistas para cada intervención, evitando solapes que puedan entorpecer el avance.
  3. Permisos y comunicación: En comunidades de vecinos, presenta un proyecto detallado y vota en junta las actuaciones previstas.

Mantenimiento preventivo

  • Inspección anual de cubiertas, bajantes y juntas de fachada.
  • Renovación de selladores cada 5-7 años.
  • Revisión de sistemas de ventilación y extracción.

Beneficios de un control adecuado

  • Ahorro económico: Reparar a tiempo evita posteriores actuaciones más costosas, como reconstruir muros o cambiar techos.
  • Salud y confort: Eliminar moho y hongos mejora la calidad del aire y evita problemas respiratorios.
  • Valor del inmueble: Un edificio libre de humedades presenta mejor estado de conservación y, por tanto, mayor revalorización en el mercado.

Conclusión

Tras una ITE desfavorable, el tratamiento de humedades y filtraciones es imprescindible para asegurar la durabilidad, salubridad y valor del edificio. Identificar correctamente la causa – capilaridad, condensación, filtraciones o averías en bajantes – permite aplicar soluciones específicas, desde inyecciones de gel hidrófugo hasta la instalación de aislamientos térmicos o la impermeabilización de cubiertas. Un plan de actuación bien elaborado, acompañado de un mantenimiento periódico, evitará la recurrencia de estos problemas y garantizará un entorno de vida confortable y seguro.

Llamado a la acción

Si tu comunidad de vecinos ha recibido un informe ITE desfavorable por humedades, no esperes a que el problema empeore. Contacta con un técnico especializado y pide varios presupuestos para abordar las reparaciones. Con un diagnóstico certero y un plan de obra bien estructurado, podrás disfrutar de un edificio en perfecto estado… ¡sin rastro de humedades!