En ciudades como Madrid, donde existen grandes edificios que albergan en su interior el hogar de cientos de personas, los servicios de conserjería se tornan fundamentales para el correcto funcionamiento de la comunidad. Un buen conserje cumplirá con múltiples funciones que harán más sencilla la vida de los vecinos, entre las que se encuentran:
1. Control de la entrada: el conserje debe estar atento a quién entra y sale. Además, debe facilitar la dirección de los vecinos a visitantes o repartidores.
2. Mantenimiento: los conserjes son los responsables de que todos los elementos de las zonas comunes funcionen correctamente, ya sea directamente o supervisando las revisiones y reparaciones que hagan compañías externas.
3. Limpieza: en función del tamaño del edificio, los servicios de consejería incluirán la higienización de zonas comunes o, al menos, la supervisión de ésta por parte de una empresa de limpieza. Además, el conserje debe estar atento y retirar cualquier mancha ocasional que aparezca a lo largo del día.
4. Basura: el conserje es el encargado de controlar los cubos de basura, sacarlos del edificio para la recogida de residuos y volver a introducirlos en él.
5. Control de la calefacción central.
6. Recogida del correo: los servicios de consejería también deben incluir la recepción de mensajería de sus inquilinos, en especial de paquetes voluminosos si el inquilino no se encuentra en casa en el momento de la entrega.